El esfuerzo del cansado

El Esfuerzo del cansado.

¿Cuántas veces nos sentimos cansados de las cosas que hacemos? Levantarse temprano cada día, la misma rutina, llevar a los niños a la escuela, ir a trabajar, etc.  Hacer nuestras actividades diarias puede resultar ser una rutina muy pesada.  Y encima de eso vienen proyectos nuevos, cosas que no teníamos que hacer antes y que ahora realizamos, nuevos compromisos, nuevas metas y tantas cosas que llega un momento en el que el cansancio se vuelve crónico y parece que no podemos seguir adelante.

Dios dice que él va a renovar nuestras fuerzas como las del águila, él multiplica las fuerzas del que no tiene ninguna. Jesús dijo: venid a mi todos los que estés cargados y trabajados y yo os haré descansar...  Que rico descansar en la presencia del Señor, ponernos en sus manos y permitir que nos consuele, que nos apapache.  Cómo el apóstol Juan, que se recostaba en el pecho de Jesús, olvidando sus problemas, su cansancio, sus tristezas y cualquier pena que pudiera tener.

El apóstol Pedro nos dice: por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante del Señor, con toda oración y ruego.  Es verdad que la vida del siglo XXI puede resultar muy agitada, nos llena de estrés y nos provoca muchos dolores de cabeza.  Pero también es verdad que Dios es el mismo de ayer, de hoy y por lo siglos, su poder no cambia, su amor no decrece, su misericordia nueva es cada mañana, si nos refugiamos en él, podremos estar seguros, descansando de nuestras aflicciones, gozándo de su presencia.

Te invito a que hagas una pausa en tu camino, en este momento, deja  cualquier cosa y descansa en la presencia del Señor unos momentos, dile que lo amas, siente su amor.  Permite que te acaricie y llene de su Santo Espítitu.

Dios te bendiga.